Los colores son diversos, y van desde los blancos más pálidos, hasta los rojos más intensos. Hay algunos botines que son a mi juicio, mal llamados sandalias, simplemente porque carecen de talón, pero para mí esos siguen siendo botines, ya que las sandalias para mí, son los zapatos que vienen con muchas tiritas y permiten al pie caminar sin estar prisioneros. Lo de prisioneros creo que también es un concepto que va quedando atrás, gracias a los nuevos materiales que se han ido incorporando en la confección de calzados. Ahora, las plantas son cada vez más blandas, y la parte externa cada vez más funcional y linda.
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